Madrid

Llegaron los 27 y con ellos muchas preguntas sin respuestas (otra vez), muchas preguntas sin respuestas y un gran paso, mi vida en Madrid. Ese mismo tan odioso para unos, tan queridos para otros y en general el centro para todos.

Mi vida en Madrid empezó el 4 de Octubre del año pasado, concretamente un jueves. Ese día, yo era una más con ese acento que no todos pillan muy bien, porque más de una vez me han preguntado si soy argentina, nada que ver con los chicharreros, pero siempre acabo respondiendo con media sonrisa y la aclaración pertinente-soy de Tenerife-luego viene esa misma expresión y reacción de “nada que ver”…el caso es que hay opiniones de todo tipo y se admiten todas las que quieran ante este hecho, tal vez una locura, un acto valiente, una decisión poco meditada, mucha suerte, algo temporal, por amor, por mí, por un cambio, lo que quieran. A todas puedo responderle lo mismo y tan solo una vez; estoy aquí. Es momento de conocer Madrid, parte de su encanto que me conmueve y con el que coqueteo mientras camino por calles ruidosas invadidas de personas con mucha prisa entre las que me incluyo, aunque no tenga verdaderamente un motivo para andar rápido. Y...quisiera expresar de forma correcta qué quiero aquí y ahora, es extraño que no logre encontrar y ordenar las palabras, incluso escribiendo que es algo que me encanta. Hay personas que se quedan bloqueadas con una pregunta tan sencilla como ¿qué quieres en tu vida o qué esperas de ella?...yo entiendo que pueda pasar cuando lo piensas demasiado, tampoco es una pregunta para responder con rapidez. Su respuesta debe ser meditada, al menos si el objetivo es conseguir que las palabras y los actos estén coordinados, aunque también hay respuestas muy breves y generales, por ejemplo, podría resolver la pregunta respondiendo quiero ser feliz, pero ese objetivo es el más perseguido por todos. Si reflexionamos un poco y vagamente sobre la Felicidad, se plantea otra pregunta cómo ( puedo) ser feliz, tal vez sea ésta la gran pregunta. En cualquier caso, aunque soy muy dada a la reflexión y al hecho (complejo) de cerrar cada una de ella con una conclusión (que no siempre es la más adecuada), esta vez he decidido recurrir a la música ya que es algo que influye tanto en el estado de ánimo para bien o para mal, ¿por qué no dejarse llevar?...me apetece compartirlo con todas aquellas personas que se sienten bloqueadas o sorprendidas cuando no obtienen una respuesta, las animo a escuchar esta canción y quienes se sientan identificadas con ella y encuentren su respuesta o, por lo menos, sepan por dónde buscarla ya habrán dado un primer paso. Disfruta…