En dos extremos


A veces creo tener los pies incrustados en el suelo, otras bailo con el viento a su ritmo sin preocuparme por nada.
A veces disfruto del día desde que el cielo amanece azul, otras me peleo con mis sábanas de un lado a otro como si tuviera una tormenta en mi propia cama.
A veces hay cosas que no quiero oír, otras hago preguntas evidentes porque quiero escuchar la respuesta que me hace sonreír.
A veces tengo miedos como una niña que se enfrenta a la oscuridad, otras me siento tan fuerte que soy capaz de desafiar con la mirada sin tener en cuenta mi pequeña estatura.
A veces hago confesiones que alivian el sentido de culpa, otras confieso mis propios secretos ante el reflejo de mi espejo.
A veces estoy muy cerca de saber muchas cosas, tanto como el mar y la arena. Otras muy lejos tanto como la luna y la tierra, de encontrar una respuesta.
A veces me envuelvo en la música para ser la nota perdida, otras me incluyo en la rutina que se deja llevar por la inercia.
A veces soy alguien que sigue las normas, otras soy una salvaje que tiene por normas mis propios sentimientos.
A veces necesito mil palabras para explicar lo más sencillo, otras ante lo más difícil elijo el silencio como mejor respuesta.
A veces olvido que reírse de mí misma no es malo, otras recuerdo que llorar es necesario.
A veces me siento sola porque necesito querer, otras necesito la soledad para quererme.
A veces no quisiera despertar de sueños maravillosos, otras busco con angustia la salida de mis pesadillas.
A veces regalo abrazos con los que respiro hondo, otras soy una estatua rígida y fría ante abrazos necesarios.
A veces me siento muy especial, otras quisiera ser una más.
A veces quiero llegar más allá, otras admito que
hasta aquí es suficiente.

Con las manos en los bolsillos

"Me quedé de pie observando como se alejaba y en ningún momento miró para atrás, cada vez más lejos...y yo allí quieta formando parte de la rutina del lunes, siendo tan vulnerable en ese instante me dejé envolver por el ruido y fui una más en aquel espacio, lo acepté guardando mis manos en los bolsillos. Había un señor en un banco junto a una señora, él miraba la vida con la barbilla apoyada en su bastón y ella lo miraba en silencio, entonces me pregunté ¿qué es exactamente querer?...seguí caminando."