63886

No me da miedo pasar por debajo de una escalera, ni me preocupa abrir el paraguas en un lugar cerrado, coger el salero de otra mano o cruzarme con un gato negro por el camino...en mi habitación más de una vez dejo el bolso en el suelo y me parece muy práctico que me regalen unas tijeras, para cocina por ejemplo. Pero no sé qué pasa en navidad que siempre me sorprendo, porque de repente encuentro que tengo un poco de esperanza en ese papelito con cinco números y entre tantos números nunca sé cuál es el mejor...al final es todo de cabeza, porque por qué un número va a ser peor o mejor que otro, los números son números y ya está. Pues bien, éste era mi número: 63886.
-63886: "Me compraron por veinte euros, veinte le dijo la mujer dejándome en su mano y de ahí al bolsillo, la verdad que esperaba un lugar más seguro. Me presentó a las compañeras en el trabajo y de nuevo al bolsillo. Como uno más, al lado de un paquete de chicles, molestándome todo el rato unas llaves como si me conocieran de toda la vida, con más papeles estropeados, debe ser que llevaban allí más tiempo que yo. Quería salir, salir, sólo eso y cuando menos lo esperé, se metió la mano y sacó la cartera, entonces me pegué a ella y al salir, me dejé caer y tuve la suerte de caer en una papelera...sí, en una papelera por veinte euros. Grité; ¡Tú no crees en la suerte!, ¿qué quieres de mí?...y creo que me escuchó porque fui de nuevo al bolsillo."
- Yo: "¿y si me tocara?...creo que seguiría trabajando y ahorraría para una casa, seguramente gastaría y me permitiría cualquier capricho, pero sería a largo plazo, creo...[sonrío] no me va a tocar, ¿y por qué no?, ahora vengo que voy a comprar un número.
¡Hola! quiero este, el 63886, ¿veinte?, gracias. Miren chicas, éste es mi número...a ver si hay suerte."
En el ciber hay poca gente a principios de semana y me gusta ponerme en el mismo ordenador, Claudia lo sabe porque muchas veces me lo ofrece sin que se lo pida. Después de una hora y veinte minutos, de mirar el correo, blogs, poco más, lo que me apetece es irme a casa. Voy a pagar y cuando meto la mano en el bolsillo para sacar la cartera, algo salió, algo que era mío pero no me preocupé demasiado. Pagué la sesión de internet y al meter la cartera en el bolsillo me di cuenta de que no tenía el numerito, miré el suelo, miré la papelera y allí estaba, lo cogí y mientras lo metía en el bolsillo, pensé "un poquito de suerte no me vendría mal". El día 22 perdí un poco de esperanza y ahora la que me queda, la tengo reservada para el día 06 con su respectivo numerito al lado del otro.
- 63886: no ha tocado premio [te lo dije, tú no crees en la suerte]

Encuentro

Quiero que dure ese momento...ese en el que de repente me siento fuerte, porque sucede algo nuevo. Y sólo son segundos, no sé cuánto más necesito, pero ese en el que mis ojos son correspondidos y las miradas son cómplices acompañadas de una sonrisa más que educada, en mi interior explota un conjunto de sentimientos, con los que soy capaz de cualquier cosa y quiero saber más pero tengo que irme...me voy devolviendo la sonrisa, con ganas de volver hacia atrás para escuchar todo lo que quiero saber. Estaré por aquí y habrá una próxima vez.