Lorenzo

Sigue igual, no ha cambiado en nada o tal vez sí, que ahora insiste más. Desde por la mañana, bien temprano. Al principio es agradable pero a medida que pasan las horas deja de serlo, ya es pesado y las veces que he intentado aguantarlo, acabo agotada. Si tuviera que agradecerle algo desde luego es la energía que me transmite y seguramente a muchas personas, pero ya no sé cómo decirle que no...algunos me dicen que vaya con cuidado y lo hago, porque sé que podría hacerme mucho daño así que voy con prudencia. Aunque reconozco que es divertido, siempre que tiene oportunidad no duda en mandarme algún que otro "beso volado" que llega a mi mejilla, mi cuello, mis brazos... son inconfundibles. Llegará un momento en el que tendré que ser muy clara y con mucha suavidad decirle; Lorenzo, sé que me haces falta, pero no te quiero.