Nadie muere de amor, pero se puede morir por amor, ¿conoces la historia de Ana y María?, Ana y María eran una pareja muy popular, en el pueblo no pasaba desapercibida ninguna de las dos. Quienes las conocían poco, decían que hacían buena pareja por su físico opuesto, quienes las conocían en profundidad, decían que tenían una relación de amor y odio. Efectivamente detrás de ese físico opuesto, tenían una relación de amor y odio, pero también hacían buena pareja. Ana conocía bastante bien el amor, sus juegos y su veneno, capaz de encantar a cualquiera. María, por el contrario, tenía mucho que aprender, para muchos era la dulzura en persona y eso la hacía muy atractiva. Después de varios años, las dos sabían que algún día llegarían a su límite. Cada una lo pensaba en silencio y lo expresaba con una mirada en la que no había complicidad, ni amor, ni odio. Era una verdad que no querían aceptar, porque no sabían estar la una sin la otra, pero nunca se debe llegar al límite. Sin esperarlo llegó ese día, entendieron que había llegado el fin, sólo dos veces se habían puesto de acuerdo en sus vidas, una para unirse y esta vez para separarse. Y su relación, ese físico opuesto, la experiencia en el amor y la dulzura hizo que por última vez desearan un beso. Lo que ninguna sabía era que con ese beso sobrepasaban el límite. María perdió la voz y con ella el habla, y Ana perdió la visión y con ella la vista. Algunos piensan que aquel beso fue su maldición. Invadidas por el miedo no pudieron separarse y, al cabo de varios meses, murieron precisamente el día que celebraban su décimo aniversario. María murió de pena por no poder decirle a Ana cuánto la quería, y Ana murió de un infarto cuando sintió con su mano que el corazón de María no latía. Quienes las conocían poco, siguieron pensando que hacían buena pareja y quienes las conocían en profundidad, pensaron que nunca tenían que haber llegado al límite.
3 comentarios:
Mi negra chica, el amor es muy bonito, pero a la vez muy dañino.Me encanta como escribes, no dejes de hacerlo, cuidate, muchos besos.
Todos los extemos son malos y llegar al límite, sin expresar sus sentimientos hace mucho daño.
Estás bien?
Un besote
Hola peponita, siento llegar un poquito tarde, vi tu comentario en mi blog asi que me apresuro a pasar a verte, me decías si me acordaba de ti, no podía olvidarte, por dos razones por ser tú y por tener que ver con mi querida Nadaq, escribes muy bien, la verdad es que es fantástica tu escritura, y no te peocupes que enla próxima sesión en la que nos juntemos...no podrías faltar tú.
Espero poder atender mejor mi blog, me ha sido imposible durante mucho tiempo, pero lo bueno es volver y encontrarse con gente como tú que dejaron su huella y sus palabras de cariño.
un beso muy grande escritora de primera...me gusta mucho.
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