Laberinto Azul
Me acerqué por su blancura
con cierto orden, rectangular
me sedujo su dulzura,
la salida no supe hallar.
¡Laberinto azul, azul!
doy vueltas y vueltas sobre mí
con serpentinas de abedul
por un instante junto a ti.
Si tu silencio me conmueve
no hago más que andar, andar
cuento tus manchas, ¡más de nueve!
sé que naciste para amar.
Observo toda tu suavidad
y de pronto un nuevo rincón,
error ignorar la realidad
lo más bello oir tu corazón.
Azul en mis sueños puedo ver
y sé que si no hay salida
yo soy todo lo que puedo ser
y sólo Tú eres mi vida.
La Ninfa del Bosque
Por tu cabello de aspereza
hay un camino de rizo muerto
en sus curvas perdí la cabeza
por huérfanos besos en tu cuerpo.
Primero rodeé tu piel sensible
llegó el silencio de segundo
el tercero tu alma visible
y después un amor vagabundo.
Con telas finas y transparentes
son las dueñas de cubrir tu busto
polvo fresco en ojos inocentes
y mis pies andan por ti lo justo.
Sí logré tocar tu blanca mano
fiesta de escondida alegría
mientras bailabas en el pantano
ya sentí tu serena energía.
Mujer de suaves labios rosados
seguí el sendero más oscuro
que me llevó a los verdes prados
por ti, la Ninfa del Bosque puro.
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