Esperando a Henry

De repente me siento enfadada con todo el mundo...no me gusta este lugar. Vivo con empacho de la hipocresía más absurda y formal, el ambiente está cargado de la peste de valores sociales que no consigo comprender y si me rindiera ante ellos sería la persona más injusta y despreciable, ¡qué lucha conmigo misma! Y si fuera así podría vender mi amor, amor podrido a cualquiera. ¿ Podré resistir ? saldré ahí fuera con la misma sonrisa que uso para mirarme al espejo cada día y otra vez esa sensación de inconformismo. Miradas desconocidas con un mínimo de esperanza, pasos sin huellas, dañino ruido, pesimismo masticable, palabras vacías, descarada manipulación, abrazos diplomáticos y traición una y otra vez...cuánto peso tiene el desorden de esta sociedad. A quién puedo darle las gracias por este sucio paraíso; estafa de medios de comunicación, educación arrojada, sanidad enfermiza, juguetes políticos...¿ Quién da más ?. Me quedaré quieta entre toda la gente perseguida por el reloj esperándote con una copa vacía para el mejor de los brindis y si no apareces, no importa. Hoy será igual que ayer y mañana igual que hoy, los días de la semana han perdido su color por un calendario de doce folios blancos. La corriente seca me arrastra al más puro y duro salvajismo...la renuncia del yo, ¡NO! antes que esto prefiero el silencio más conmovedor que seguramente me ayudará a dormir, los susurros de algún río fresco, los guardianes más altos y frondosos, un pájaro por despertador, el sonido de la hoguera y, por supuesto a ti...a ti Henry te espero bien despierta y preparada para cualquier diálogo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra mucho volver a leerte.
Tu estado de inconformismo y rebeldía, quedan claramente reflejados en tu escrito.

un saludo desde barcelona

Anónimo dijo...

Me ha gustado.
...ese Henry...uf!...con los años me he dado cuenta que posiblemente habite dentro de nosotras. Y eso, más que triste es esperanzador.
Tus escritos me hacen sentirme identificada.