Entre estímulos y máscaras


El día era frío, avisaron por la radio de posible tormenta. Carmen desayunaba en la cocina con la mirada fija en la pared. Buscaba algo diferente, lo encontró y antes de experimentar pensaba en los consejos que le dieron sus amigos. Pedro, por ejemplo, se lo recomendó porque era algo nuevo y sí, diferente...dijo que sintió mucha estimulación, que tenía que ir. En cambio Sonia le dijo que lo pensara bien, porque ella al día siguiente acabó su relación con Luis, una relación de ocho años, aunque no se mostraba dolida y arrepentida tampoco, pero reconoció que para ella después no fue fácil. Lo pensó bien, con la mirada fija en la pared y el folleto entre sus manos, se inclinó sobre la mesa y lo puso encima, cogió el teléfono y marcó.

- Sí, quiero el color violeta y naranja. A las nueve, muy bien. Hasta luego.

En la cara principal del folleto había una máscara de Venecia, en su interior tres preguntas que invitaban a la lectura; "¿Usted domina su mente o su mente le domina a usted?, ¿son psicológicos los estímulos?, ¿la sexualidad condiciona el ser?", a continuación un párrafo que resumía el tema y en la otra hoja una serie de instrucciones. Se trataba de un estudio que realizaban un grupo de psicólogos y sociólogos sobre el dominio de la mente, los estímulos externos y la sexualidad, la cual se cuestionaba desde varios puntos de vista en ambas ramas.
Carmen cogió el folleto una noche que salió de marcha con Pedro, Sonia y Luis, le llamó la atención la máscara y todo lo demás. Era un encuentro en el que no se conocía la identidad y el sexo de las otras personas. Había que cumplir dos normas, la primera que una vez que se entraba en el local no se podía retroceder y la segunda que sólo podían llevar tres prendas; una máscara, una capa con capucha y unos guantes. El único contacto que tenían era el contacto visual, sólo ese. Los participantes se reunían en una sala y cada uno de ellos debía elegir o ser elegido a través del contacto visual, llegado un momento en una habitación debían intercambiar sus datos de forma escrita sin descubrir el sexo de cada uno ni facilitar ningún tipo de información que confirmara cualquier sospecha. El final llegaba cuando uno o los dos participantes decidían desvelar su identidad. Podían hacerlo completamente o quitando sólo una prenda. El análisis empieza cuando los participantes abandonan los estímulos externos y entran en contacto con la realidad, los nuevos sentimientos que esta les proporciona y su modo de actuar, pensar y decidir.
Carmen estaba preparada en la entrada esperando que le abrieran la puerta con la máscara, los guantes y la capa violeta y naranja como la pidió por teléfono. Caminó por un pasillo hasta llegar a un salón donde estaban los demás, el decorado era bastante original. Habían colores, muchos colores por las diferentes capas y una variedad de máscaras muy llamativas. A Carmen la envolvió enseguida el ambiente creado por la música, las luces, la mezcla de aromas...observó a su alrededor, todos los que allí estaban se comportaban de una manera diferente, eso le llamó mucho la atención, los gestos delicados, los movimientos sutiles, todo dentro de un coqueteo, complicidad y erotismo que no era nada vulgar. Al cabo de un rato alguien se dirigió hacia Carmen con la que empezó a intercambiar todo un ritual de gestos y miradas, lo único que sabía era que sus ojos eran verdes. De pronto se acercó alguien que se encargaba de pasar a los dos participantes a una habitación. Carmen aceptó la invitación y caminó hasta que atravesaron la puerta y está se cerró lentamente.
El domingo por la mañana sonó el teléfono sobre las nueve, Carmen respondió con voz aún dormida:

-¿si...?, hola, ¿qué tal?, bien...mmmmm, la verdad que muy bien, me gustó mucho...no sé, estaba un poco nerviosa cuando entré pero una vez que estaba dentro fue otra cosa, me llamó mucho la atención cómo estaba decorado y no esperaba que hubiera tanta gente. Sí, verdes...ufff, ni siquiera sé por dónde empezar, no sé cómo explicarlo, ¿si lo hubiera hecho sin la máscara?...mmmm, creo que no. Me sentí muy segura con la máscara, lo más seguro es que no. Sí, le gusté, le gusté mucho...pues no lo sé, no lo sé, ¿miedo?, no. No es miedo, pero no sé qué pasará, aún estoy pensando en todo, por Pedro que me lo recomendó. Deberías, la tengo aquí, cuando termina todo te lo quedas claro, sí. Bien, vale, hasta ahora.- Al terminar la conversación se abrazó a la almohada mientras miraba la máscara que aún sonreía.

nota: la idea de este post viene de un fragmento de la película Eyes Wide Shut.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

pues el cuento es precioso, eso de determinados estímulos que luego han de contrastarse con la realidad tiene mucho que ver con los amores que nacen por internet y luego se encuentran en persona

s

poca luz dijo...

...qué bonito pepo.

Puede ser por ese misterio que siempre supieron despertar en mi las máscaras.

Tu texto ha sabido acaparan mi atención hasta la última frase.

...tambien he de decirte que me ha dejado un poco al borde del abismo...justo cuando dejas de correr porque abajo está el vacío.

Un hermosura. Tendré que ver esa peli.

Curioso el comentario anterior.

Un abrazo.

peponita y venus dijo...

Hola, gracias por tu visita amor es libertad, me alegro de que te guste. Yo como dije al final, lo que escribí más bien por la peli que por ese tipo de relaciones.
Nadaq, qué bueno que tengas esa sensación, una porque quiere decir que se lee rápido o otra porque tendré que hacer una segunda parte. Si estuviera en esa sala, te diré que en ningún momento me habría quitado la máscara. En cuanto a la peli es de Stanley Kubrick y es un poco lenta, pero me gustó mucho. Un beso guapa!!

yraya dijo...

Yo tampoco me hubiera quitado la máscara, sabes que a pesar de mi desparpajo en el fondo soy muy timida.
un besote

horabaixa dijo...

Hola Peponita,

Mientras lo leia no sabia si era que habia algún local que imitaba el de la pelicula que mencionas, o una versión de ella.

Interesante relato. Y (no puedo evitar pensar en la peli)es una forma más de seducir y de que te seduzcan. La imagen de la máscara y la capa hace que la imaginación se dispare.

Creo que éste tipo de encuentros, si existen, que seguro que existen, son más bien esporadicos. Y es precisamente eso su atractivo.

Un abrazo

peponita y venus dijo...

Hola Yraya y Horabaixa, Yraya si yo tuviera que quitarme una prenda, desde luego no me quitaría la más evidente porque también soy muy tímida...me quitaría los guantes.
Horabaixa, yo no sé qué tipo de local hace esto, se me ocurrió por la peli, por pensar qué es mejor si saber quién hay detrás o quedarte con la duda. Por imaginación y curiosidad que no sea, estaria bien hacerlo con todos los blogueros,jejee. Un beso a las dos

இலை Bohemia இலை dijo...

Precisamente cuando te leía me venía a la mente la peli de Tom Cruise y recordaba los andares de la chica que lo acompaña en una de las secuencias ataviada sólo con una máscara, caminaba de un modo tan felino...

Un besuco

peponita y venus dijo...

hola bohemia, es que la idea es de esa peli pero de otra forma diferente porque cuando yo la vi, me quedé muy pensativa...en fin, que no estaría mal un baile de máscaras, ¿a que no?. Un beso