
Después de mucho tiempo, una tarde viendo como pasaba el día sin hacer nada, empecé a pensar sobre las cosas que más me gustan y al cabo de un rato, supe que lo que más me gusta es cocinar...y a medida que ha pasado el tiempo reconozco que tengo mis pequeñas manías, por ejemplo, una de ellas son los cuchillos. Me gustan grandes y, sobre todo, que corten bien. Y a pesar de tener aparatos eléctricos que me ahorran mucho trabajo y tiempo, prefiero hacerlo con mis propias manos, cortar la cebolla o los ajos, la carne, me gusta agruparlo todo en un plato y observar el contraste de colores. Pero lo que más me gusta es cuando lo echo todo a la sartén, como va cambiando de color, el olor, el sabor, ¡me encanta la cocina! Quienes me conocen bien, saben que esto es cierto y que en la cocina, ¡mando yo!